De aspecto salvaje y mirada desquiciada, la persona que la descripcion ocupa no debio ser concebido de manera natural que con un vocabulario que roza lo pueril y que haria mojar sus bragas de verguenza ajena a la mismisima Reina Sofia ejecuta apariciones publicas sin aviso previo a las autoridades para sembrar el panico entre los transeuntes y abogados con su spray de pimienta.
Y eso es lo que opino de Andres Pajares.